martes, 30 de junio de 2015

ENCUENTROS AL NACER DEL SOL.

Despertar, despertar, despertar...

Aún recuerdo cada mañana como escalaba hacia la cima de mi falo, 
y su coño estremecido, con fuerza me abrazaba la polla 
cada vez que se corría. Empapados y absolutos.

Besábamos la nada y la arropábamos. 
Tirando las puertas de Asgard antes de continuar.
Tocando la cumbre de un sentimiento mayor.

Volviendo a la absoluta nada. 
Disfrutando la real petite mort.
De la embestida, del gemido, del suspiro.

Cada mañana.

-León de Fuego en el Valhalla-




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