jueves, 14 de agosto de 2014

LUZ Y LEALTAD ES EL LEÓN.

La torpe y olvidadiza espera no se hizo eterna gracias a las virtudes que recorren mi cuerpo y que aún no alcanzo a controlar del todo. Yo dejé que obraran a su antojo y que removieran mi interior. 

''Todo llega'', me suelo decir a veces en un intento de consolación. Otras, la gran mayoría de veces, porque lo sé a ciencia cierta. Me lo he ganado, me lo he currado y lo seguiré haciendo a lo largo de mi vida. Ha de venir, ha de llegar. Momentos en los que uno se siente tan fuerte como el mismo karma y crees poder pedirle alguna limosna, y si, te la da. Puede que el precio sea caro, que la hipoteca sea larga, pero merecerá la pena y la merece al descubrir tanta belleza gracias a la fuerza que recibes al pedir ese préstamo. 

La hipoteca de las amistades variopintas e inolvidables. La hipoteca del descubrir los lugares preciosos de mi ciudad. La hipoteca de la familia unida. La hipoteca del despido libre a quienes solo dan dolor de cabeza y malas vibraciones. La hipoteca de los viajes inesperados llenos de energía positiva. La hipoteca de ser en un futuro un gran y valioso padre para mis hijos. La hipoteca con posibilidad de ampliación de los bien y sencillamente llamados Mejores amigos. La hipoteca del buen respirar, disfrutar prados verdes y abrazar la salud. La hipoteca de los que vienen, de los que van y los que están desde el primer día que nos conocimos.....Y... El regalo del amor inesperado que me abraza renovado, que mana de esos mismos ojos de color verde tímido. El regalo de poder corresponderle con toda naturalidad.

Todo, dispuesto a pagarlo las veces que haga falta hasta hacerlo parte de mi mundo, hasta pagar todos y cada uno de los prestamos, cada una de esas hipotecas. Todo porque formen parte de mi. Para vivir tranquilo y respirar aires sin azufres. Para soñar sin filtro. Para amar sin represión. 

Que mi abrazo siempre sea honesto. Que mi rugido siempre se recuerde incesante. Que mi Luz y mi Lealtad sean sinónimo de inseparables. 

Probé mi autodestrucción en miles de callejones quita-penas, huyendo de las pesadillas que me perseguían. Me lancé al vacío y he despertado contigo...

Que mi corazón retumbe en los huesos de quien lo tome. 



-León de Fuego en el Valhalla- 



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