¿Hasta cuando voy a seguir enamorado de ese
muro en el que no paro de estrellar los sesos?
Y los Dioses solo esperan, como yo digo, para ver que pasa ahora. Aun que dudo que pueda ocurrir nada, pues no ser correspondido por quien amas duele más que una subida de ácido úrico en un día de húmeda tormenta. Un juego doloroso y solitario que sin querer, sin pensar ni meditar me coge de la mano cada día con una sutileza que asusta al darse uno cuenta.
Con cada escrito busco un punto y final, pero ya no sé cuantos escritos y puntos finales llevo a mis espaldas. Deseo no darle importancia nunca más a todo esto. Deseo ser feliz sin ella. Deseo que ella sea feliz. Si por desear fuera, ya que te he nombrado, Freyja, ayúdame a encontrar el punto y final. No hagas caso a lo que deseo de verdad, por una vez haz caso a lo que escribo. Por hoy dejo el final abierto y a la libre elección de tu criterio.
Hoy deposito toda mi fe en Asgard y los que allí habitan.
-León de Fuego en el Valhalla-
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