Cuando de repente sueltas de golpe y de una vez el mal llamado lastre del pasado, sientes un vacío que te reconcome pero con la diferencia de que ahora no sabes por qué esa nada te está desgastando por dentro. No es una simple criba de sentimientos, es la remodelación del interior, es abrir paso a lo nuevo y a lo que está por llegar. El espíritu trabaja a marchas forzadas para que el fuego vuelva a brillar con toda su plenitud. Brillo blanco y cegador, como el mismísimo Sol. Todo viene y va, todos vienen y van. Un día el mundo dejará de girar, el sol dejará de brillar, pero mientras quede materia, gravedad y por lo tanto, energía en el universo, la rueda no dejará de girar. Todo se reciclará de nuevo, todo estallará interminables veces. Renovación. En el universo infinito no hay desolación alguna. Todo vuelve a brillar de nuevo desde lo más recóndito de la lobreguez.
-León de Fuego en el Valhalla-
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