Si he de alzarme, me alzaré como es costumbre. Si he de agachar la
cabeza por un mal día, lo estudiaré detenidamente. Me libero de mi
propia fuerza, me libero de tu fuerza. Te devuelvo tu propia fuerza y
añado la mía. Respiro el aire frío y avanzo contra el hielo pegándome a
él, no puede tocarme por mucho que éste lo desee, ahora es consciente de
que no puede tocarme. Es un baile interminable que deseamos hasta
convertirnos en piedra y poder chocar al fin.
Si mi camino está libre, pegarás, si tu camino está ocupado, te
seguiré. Si soy más fuerte, cederás, si te retiras, te seguiré. La gente
se arregla y embellece todos los días el pelo que hay sobre su cabeza.
¿Por qué no el corazón?. Caer siete veces en esta vida no hará que no me
levante ocho.
La mañana se alzó triste en mi corazón, pero eso no lo va a parar. La sangre y la energía fluyen de nuevo.
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