No voy a flagelar mi alma esperando una palabra tuya.
La vida me enseñó a ser dura como una piedra, no a convertirme en polvo porque tus manos rocen mi piel o tu voz inunde mis entrañas.
Tus despropósitos quedan guardados en ese baúl al que llamo nunca más,el cual sólo abro para llenarlo más de mierda, a la espera de que reviente o se deshaga.
Necio aquél que considere que amar es sumisión,demasiadas veces debemos agachar la cabeza a lo largo de nuestra vida y en ocasiones a base de golpes como para tener que hacerlo también en el amor
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